“Espiábamos a abogados que negociaban acuerdos comerciales sobre el precio de las gambas. […] Espiábamos a UNICEF, periodistas y profesores en EE.UU, que incluso tenían acreditaciones de seguridad. […]” Edward Snowden, el pasado domingo 13 de marzo en “El Objetivo”
Si una nación como los EE.UU, ha recopilado (y continúa haciéndolo), datos sobre todos sus ciudadanos, así como de muchos otros países, con absoluta libertad y sin ser detectados; deberíamos preguntarnos: ¿Por qué necesitan espiarme los servicios de inteligencia?
Esta simple pregunta nos puede derivar a muchas otras: ¿Quién posee realmente mis datos?, ¿Existe un control exhaustivo por parte de las empresas, para garantizar la privacidad de nuestros datos personales?, etc… Sin embargo, la pregunta que más nos deberíamos repetir, cada vez que utilizamos un ordenador, es la siguiente: ¿Soy el único que tiene poder sobre mis datos?
Utilizamos los dispositivos a diario, como si naciéramos con ellos bajo el brazo, pero no se nos brinda una férrea noción sobre como esos datos que, sin tener constancia de ellos, pueden suponer una información muy valiosa para naciones, organizaciones de seguridad, empresas privadas, e incluso, organizaciones criminales.
Para ponernos en situación sobre la gravedad del asunto, me permitiré el lujo de citar una vez más a Snowden: “[…] si llevamos tres años de informaciones que dicen, […] que se está recogiendo las comunicaciones sobre Angela Merkel, Berlusconi, Sarkozy, Hollande; y estos son aliados en los que más confiamos, […] ¿Sería tan increíble creer que estén controlando a la gente normal, sin influencia política para defenderse? […]”
La información de los datos
Uno de los conceptos que desconoce el usuario medio, a la hora de transmitir datos, es el concepto de los “metadatos”: “Los metadatos son los datos de los datos, es decir, es información que nos permite interpretar lo que nos transmiten los datos.”
«Marta Beltrán, Investigadora en Ciberseguridad, en “El Objetivo”»
Los metadatos abarcan desde los nombres de usuario, hasta la posición del obturador de una cámara integrada en un teléfono móvil. La recopilación de estos metadatos, por parte de los servicios de inteligencia, no solo por parte de EE.UU, es un hecho importante que se debe tener muy en cuenta, a la hora de utilizar nuestros dispositivos de comunicación habituales.
Pero con estos datos en la mano, (valga la redundancia del asunto), seguimos sin responder a la pregunta que nos incumbe: ¿por qué necesitan espiar a todos los ciudadanos de a pie, en lugar de espiar directamente a personas que tendrían potencial para actuar de manera delictiva, o que pudieran relacionarse fácilmente con algún grupo terrorista?
Control. El poder que un Gobierno puede ostentar en una nación, siempre derivará en un subproducto común, que se ha repetido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Este subproducto común es el control sobre la población, ya sea para bien o para mal.
Pero, ¿por qué a todos? Bueno, existen dos motivos principales:
1º – La estructura física.
Nuestras comunicaciones pasan por unas entidades que nos proveen de los servicios de Internet que usamos habitualmente. Estos proveedores son los dueños de la infraestructura, (cables de nuestra casa hasta sus centralitas, cables submarinos entre distintos países, etc…). Para poder acceder a los datos a través de dichas infraestructuras, los proveedores de servicios de Internet, “ceden” los datos que pasan por ellos a los Gobiernos. Sin embargo, los Gobiernos no pueden acceder a datos particulares, hasta haber recopilado la totalidad de los datos que se transmiten por dicha infraestructura.
2º – Evolución de las opiniones.
A pesar de que la mayoría de personas usamos las redes para relacionarnos con el resto del mundo, existen personas que utilizan las redes para mostrar su forma de pensar, que de alguna manera, chocan con la idea que los Gobiernos tienen sobre lo que es o no aceptable en su sistema.
Las personas, en contra de lo que muchos escépticos puedan afirmar, si que tendemos a cambiar con el tiempo, en muchos aspectos. Uno de ellos, es nuestra manera de pensar.
Los Gobiernos utilizan este argumento para espiar a las personas, por la posibilidad, de que en un momento dado, una persona pueda pasar de simple civil corriente, a algo más interesante para ellos.
La diferencia en esta era de la información, con respecto al resto de épocas de la historia, es la manera en la que los Gobiernos tratan de controlar a sus ciudadanos. Los metadatos permiten a los gobiernos saber detalles que nosotros no queremos decir en la red, pero sin embargo, quedan registrados con cada acción que hacemos en nuestros dispositivos.
Esa información es la que los Gobiernos necesitan para poder ejercer su nuevo modelo de control.
Por desgracia, esta intromisión en la privacidad de las personas, sin excepción alguna, puede provocar y provoca en el ciudadano, un miedo creciente. Comienza a sentirse observado por todo lo que realiza a diario, puede desarrollar una sensación de impotencia ante el propio control de su vida. Podría llegar a pensar incluso, en casos extremos, que ha perdido su derecho a vivir libre.
Y esto, es un tema que no se debe pasar por alto en ningún momento.
El aislamiento es una opción que se repite en la mente de esta persona, cortar comunicación con el resto del mundo por miedo.
Este es el punto al que pretendo llegar con este artículo, citando de nuevo, a Edward Snowden, durante su entrevista el pasado domingo:
“[…] no puedes tener miedo, porque el miedo nos lleva a la inacción. El miedo hace que rehúses a participar. Que temamos levantarnos, que temamos hablar.
[…] Si se lo permitimos a los miembros de la sociedad más privilegiados, […] y no encontramos maneras de subordinarlos al público, dejamos de ser socios del Gobierno. Somos simplemente sus súbditos.”
* Entrevista a Edward Snowden, en el programa de “El Objetivo”, el pasado domingo 13 de Marzo, de 2016. Click aquí para acceder.
* Artículos de interés sobre Edward Snowden en la web “El Diario.es”.
Click aquí para acceder.